Todo lo marchito es parte del recuerdo. Por eso los manantiales mueren a cada momento, y renacen tras los fantasmas. Por eso pesan tanto las alas, son tan livianos los niños.

Y el viento sopla, enardecido, sopla para acallar los fuegos. Se deshoja el sol con los años, nos asesina en su memoria. Luz, hasta quemar las flores.

Y el murmullo del mar cesa, porque ya no estamos. El todo envejece a nada, dejan de latir los finales.

Y todo lo marchito es parte del recuerdo.

and for u my heart, lovely.

for u

Cómo saber, dentro de cada círculo, dentro de toda la bruma que te llena ese escote que morís por usar. Cómo creer tus palabras.

En el fondo de ese tarro interno que tenés por alma, conocés lo oscuro de mi voz, de mis pupilas. Y dejás caer así toda tu árida bondad, con ese porte falso de reina malvada. Y yo me río, con todo el perdón que supe dar... Pero no mires tan de cerca, mi amor. No cruces el bosque; aquí esa sombra está siempre latente. Ese temor certero que desoís: Mi malignidad innata, princesa. Todas las rosas están envenenadas.

and for u

El tedio claro de escribir tu historia, todo lo que he tenido que dejar ser. Toda la distancia dentro del cristal, dentro del mismo pozo: la furia, la caída de los muros y el inmediato destierro de tu voz, punzante.

vos estás ahi
con todo eso que no es tuyo.
tan perfectamente oscilante
entre esa cruda tan sensatez
y ese tan blanco delirio.

Ya no estás, y todo esto no es tuyo.
Tu ausencia es única,
ambivalente y abstracta,
es lo que sos;
toda la alegría que me podés dar.

#

no existís, tan poco te odio.